Aprovecho este tiempo de quietud y soledad para redactar: este momento, este instante, estos escasos segundos donde me encuentro completamente solo, en medio del frío de la mañana, mirando al horizonte. Disfruto la quietud y me limito a no pensar, ni imaginar; sólo sentir.
La brisa helada acaricia mi expresión, y los recién nacidos rayos del alba se dibujan en mi retina. Es un momento inigualable. Lástima que está por terminar….