La vida nos lleva por rumbos que en ocasiones ni siquiera sospechamos, y nos cruza con personas que jamás imaginamos, en un principio, llegarían a ser tan importantes.
Dicen por ahí que los amigos los elegimos, a diferencia de nuestra familia. No creo que sea del todo cierto.
Cuando conoces a alguien, cuando compartes una actividad, una idea, un lugar, un momento, forjas un lazo, tenue al principio. Podrías decir que es el destino o el azar el que los puso ahí de pie, frente a frente, y los hizo estrechar sus manos por primera vez. Ciertamente así es. Pero lo que ocurra de ahí en adelante ya no estará en manos del juego divino, ni del caos ni de la incertidumbre; lo que ocurra de ahí en adelante descansará en vuestros hombros, sin duda.
La amistad, en mi opinión muy, muy personal, es de las cosas más valiosas que podrás hallar en la vida. Se origina en la coincidencia pero se fortalece en la creación: las vívidas experiencias, la humilde convivencia, la ciega confianza, el eterno apoyo, la mirada comprensiva, el oído atento; todas esas cosas hacen que una amistad nazca, crezca y madure.
Lamentablemente, también puede morir.
Como toda relación humana, se requiere necesariamente de dos personas. No puedes ser amigo de alguien que no es capaz de regresar el sentimiento. Una amistad depende, y siempre lo hará, del esfuerzo conjugado de dos individuos con la meta en común de complementar sus vidas. Es mutua.
Los amigos no se eligen. Simplemente llegan a nuestra vida, incluso en momentos en los que menos lo esperamos. Pero de nosotros depende que ese lazo, tan frágil al principio, se convierta con el tiempo en una de las cosas más grandiosas y majestuosas, en una de esas cosas que, cuando miremos hacia atrás al final del trayecto, nos planten una sonrisa en el rostro y nos hagan sentir orgullosos por haber extendido, en aquel el primer instante, nuestra mano en amistad.
Gracias querido amigo, sabes que se te quiere y que el sentimiento es recíproco, y que también cuando lo necesites me vas a tener ahí para lo que necesites (sin dobles sentidos :P)…se te quiere y muchooooooooooooooooooooooooooooo