La felicidad no es un fin, sino un medio. No se alcanza al lograr tus sueños, sino se obtiene siempre que tengas metas por las cuales pelear. La felicidad no es algo que ganas cuando llegas a ese destino, sino es algo que te inunda mientras te mantengas avanzando en el camino.
La felicidad no tiene nada que ver con conseguir algo, sino con contar con ese objetivo en el lejano horizonte, y en moverte hacia él. La felicidad poco tiene de estática; es una dinámica que se mantiene fluyendo durante cada respirar.
Y, sin duda, se logra más intensamente cuando tienes a tu lado verdaderos amigos que avanzan al mismo ritmo de tu andar.
No pierdas de vista el verdadero objetivo. El objetivo nunca fue ganar, no era llegar al final: era disfrutar cada instante con las personas que quieres; unirse y luchar. Lo importante no es el perder o el ganar, sino el haber peleado. No te hundas por lo que te faltó para llegar; goza por lo que recorriste para alcanzar ese lugar. El verdadero objetivo, el prístino objetivo era simplemente divertirte haciendo algo que adoras hacer, y estar con esas grandes amistades que adoran lo mismo que tú.
No te dejes vencer por el simple hecho de no haber llegado al fin del sendero. Enorgullécete de haberte entregado en casa pisada que diste durante el trayecto que has caminado, y por la dicha de notar que tus huellas no se dibujan solitarias en ésta la senda por tus sueños.
En la vida tendrás tantos sueños por alcanzar como estrellas en el firmamento hay para admirar. Sólo asegúrate de siempre tener un horizonte allá para tu mirada clavar, y una compañía para el viaje verdaderamente disfrutar.
Lo que importa no es el destino; es la senda.
Muy cierto Dan, y que bueno que tengas bien claro ese objetivo, recuerda que pase lo que pase y a pesar de que pase el tiempo la amistad y los momentos de risas y felicidad asì como los momentos duros que hemos pasado no se olvidaràn, Cheers My Friend
la felicidad no es exclusiva de un momento, pero es el cumplir tus metas lo que aumenta este estado.