Batalla

En mí se está librando una batalla decisiva que determinará lo que será de mí en el futuro y más allá.

Una voz aquí conmigo me dice que vuelva al camino que no toca la luz. Me dice que olvide todo y deje atrás a los míos. Me dice que regrese a donde sólo yo existo, a donde no necesito de nadie que viaje a mi lado. Esta voz me dice que debo yacer en mi abismo, y convivir con mis demonios. Me dice que debo alejarme de la gente, de todos aquellos a los que en algún punto les di la llave para entrar a mi calabozo personal.

Pero del otro lado está otra voz, más tenue pero no menos imponente, que me indica lo contrario. Susurra a mi oído que ignore a su adversario y no me rinda ante las traslúcidas manos de mi pasado. Me dice que no hay razón para volver. Me dice que no estoy solo, que lo estuve alguna vez pero que ya no tengo porqué volver a pasar por ello.

No sé a quién escuchar, pero debo aceptar que, al menos en este momento, estoy más cómodo aquí, aislado en una habitación, apartado de mis seres queridos, quienes se encuentran allá, del otro lado de la puerta, sin siquiera sospechar que se está librando en este momento, a sólo unos cuantos pasos, una batalla decisiva.