Autor: Ankhsethamon

El secreto es hacerles creer que hay un secreto.

Yo estaba predestinado a nacer en la tierra de las pirámides, pero los dioses se equivocaron de continente.

El mentiroso suele ser el que más insiste en que dice la verdad.

Hay traiciones que, aun perdonadas, jamás se olvidan.

El amor y la soledad no son excluyentes.

Pocas cosas son mejores que el cariño que, aunque nunca se menciona o se expresa, se demuestra en las actitudes y las acciones.

¿Temor a la muerte? Pero si la en verdad temible es la vida misma.

No te confundas: el hecho de que quiera compartir algo contigo no significa que estoy buscando obtener tu aprobación.

Abrazaré nuevamente al pesimismo tal como el exultante enamorado abraza al fin al amor de su vida después de una eternidad insufrible, allí en el nostálgico vestíbulo de un desolado aeropuerto.

Supongo que es exactamente esto lo que al final me convierte en una mala persona: este fulgente regocijo que en ocasiones me asedia cuando veo muy de cerca la desventura ajena. 

Y al final del sombrío y polvoriento pasadizo hallaron un majestuoso mausoleo; y tras sus puertas, un sublime arcón; y bajo su cubierta, una preciosa vasija; y en su interior... los funestos restos de un marchito corazón.

Uno de los principales secretos para ser un buen amigo es aprender a distinguir entre alguien que está buscando consejo, y alguien quien solamente necesita ser escuchado.

La verdad del asunto es que le doy tanta importancia a la amistad porque ¿qué sería de la vida sin amigos?

El que esté libre de faltas de ortografía que arroje la primera crítica.

Siempre valora a los buenos amigos que tengas, pero sobre todo, no olvides recordarles lo que significa para ti su amistad, aunque sea muy de vez en cuando.

Tener la razón es cosa fácil; lo difícil es demostrárselo a los demás.

No hay mayor acto de nobleza que hacer todo lo que está en tu poder para ayudar a la persona que te traicionó a ganarse nuevamente tu confianza.